Por: Paulo.
A lo largo de estos 4 años del gobierno del presidente Santos se ha visto un incremento del descontento popular, paros como el del movimiento estudiantil, en contra de la reforma de la ley 30 que pretendía acabar con la responsabilidad estatal y ligar a la universidad como un sector productivo rentable mas, desligándola de toda vocación de cambio social; las justas protestas de los indígenas del norte del Cauca que se resisten a que sus ancestrales territorios sean las famosas ZONAS DE CONSOLIDACIÓN y que tienen como único objetivo darle vía libre al terror multinacional. Otros paros y movilizaciones se registraron en el Huila en contra de la hidroeléctrica del Quimbo que quiere acabar con todo el tejido social y comunitario y dejando a estas comunidades sin ningún tipo de ingreso sumiéndolas a un mas en la pobreza. Manifestaciones como la del paro cafetero que evidencian el total abandono del estado con respecto a las comunidades campesinas, y la de los campesinos de la papa, el tomate y la cebolla en el departamento del Boyacá. Tampoco se nos puede olvidar el reciente paro regional que se dio en el departamento de Arauca; así como también las justas luchas de los obreros petroleros en el Meta, demandando salarios dignos y una atención cada vez mayor para solucionar los graves problemas sociales económicos y ambientales. También otras luchas como las que se están dando en contra de la minería a cielo abierto en departamentos como Santander, Caldas, Tolima... evidenciando el carácter totalmente despótico antidemocrático y arrodillado del gobierno del señor Santos. Siendo todo esto alguno de los síntomas del total deterioro que ha sufrido nuestra economía nacional y la constante entrega de nuestra soberanía mediante las firmas de tratado de libre comercio que lo único que harán de Colombia es un país cada vez mas atrasado, dependiente y sumido en la crisis social y económica.
A lo largo de estos 4 años del gobierno del presidente Santos se ha visto un incremento del descontento popular, paros como el del movimiento estudiantil, en contra de la reforma de la ley 30 que pretendía acabar con la responsabilidad estatal y ligar a la universidad como un sector productivo rentable mas, desligándola de toda vocación de cambio social; las justas protestas de los indígenas del norte del Cauca que se resisten a que sus ancestrales territorios sean las famosas ZONAS DE CONSOLIDACIÓN y que tienen como único objetivo darle vía libre al terror multinacional. Otros paros y movilizaciones se registraron en el Huila en contra de la hidroeléctrica del Quimbo que quiere acabar con todo el tejido social y comunitario y dejando a estas comunidades sin ningún tipo de ingreso sumiéndolas a un mas en la pobreza. Manifestaciones como la del paro cafetero que evidencian el total abandono del estado con respecto a las comunidades campesinas, y la de los campesinos de la papa, el tomate y la cebolla en el departamento del Boyacá. Tampoco se nos puede olvidar el reciente paro regional que se dio en el departamento de Arauca; así como también las justas luchas de los obreros petroleros en el Meta, demandando salarios dignos y una atención cada vez mayor para solucionar los graves problemas sociales económicos y ambientales. También otras luchas como las que se están dando en contra de la minería a cielo abierto en departamentos como Santander, Caldas, Tolima... evidenciando el carácter totalmente despótico antidemocrático y arrodillado del gobierno del señor Santos. Siendo todo esto alguno de los síntomas del total deterioro que ha sufrido nuestra economía nacional y la constante entrega de nuestra soberanía mediante las firmas de tratado de libre comercio que lo único que harán de Colombia es un país cada vez mas atrasado, dependiente y sumido en la crisis social y económica.
Es
innegable la naturaleza política de nuestras clases dirigentes que
siempre han estado sometidas al dictamen ideológico europeo y a
hacer de Colombia una colonia mas del capital extranjero, mientras el
país esta sumido en la mas profunda degradación social política y
económica. Estos políticos vende patrias hacen ver a Colombia como
un ejemplo a seguir en todo el orbe planetario generando una especie
de subasta para ver que potencia extranjera puede explotarnos mejor.
En fin, el
hecho de que se estén dando paros regionales, movilizaciones de
distintos sectores del pueblo colombiano, evidencia que el modelo
económico actual ha conducido a una creciente degradación de la
soberanía, a una mayor concentración de la riqueza y una
precarización social en todos sus aspectos y así también el
creciente desplazamiento forzado de comunidades ha generado niveles
de concentración de la tierra haciendo de Colombia uno de los países
con mayores niveles de desigualdad en la tenencia de la tierra en
todo el mundo.
Por eso el
llamado que hacemos como jóvenes es a unir rebeldías, a crear
propuestas de reconstrucción social, a debatir, a unir fuerzas.
Como jóvenes, como agentes de cambio, nuestra invitación es a leer,
escribir, reflexionar y estudiar. Por que nosotros como jóvenes,
como revolucionarios, debemos estudiar todos los días de nuestra
vida, todas las noches. Se trata de la búsqueda del conocimiento
permanente en el campo, en el cerro, en la calle, en los libros... se
trata de la discusión, del debate de las ideas de manera permanente.
Y es por eso que mediante la educación lograremos profundizar en la
conciencia y en la construcción de nuevos valores para poder así
demoler la basura ideológica de la burguesía y hacer de Colombia un
lugar digno para todos nuestros hijos y hacer realidad el sueño de
nuestros padres independentistas, ver a Latinoamérica como una sola
patria, un solo pueblo.
Hasta la victoria siempre
No hay comentarios:
Publicar un comentario